Su amplia oferta grastronómica y de ocio, tanto diurno como nocturno, hacen de esta ciudad un destino muy atractivo para turistas de todas las nacionalidades.

Pasear por Calle San Miguel, la más emblemática de la ciudad, se pueden encontrar infinidad de tiendas, restaurantes y bares típicos y lugares de merecida visita como la Torre de Pimentel.

Merece la pena visitar el barrio histórico La Carihuela, otro de los puntos emblemáticos de la zona, con numerosos restaurantes chiringuitos donde disfrutar del típico “pescaíto frito” a lo largo de su bonita playa así como La Casa de los Navajas o El Molino de Inca, con un espectacular jardín botánico de 4000 metros cuadrados.